Fotoprotección

Publicado en por Elsa Bell Martín

Fotoprotección

De un tiempo a esta parte, debido por un lado a los cambios atmosféricos y por otro al agujero de la capa de ozono, ha aumentado el cáncer de piel y el fotoenvejecimiento.

La incidencia mundial de cáncer de piel es de mas de 2.000.000 de personas en el mundo. El incremento de esta enfermedad y del fotoenvejecimiento está asociada estrechamente a la exposición al sol. Hay datos que evidencian esta relación con las lámparas bronceadoras, aunque esto último no está del todo confirmado.

Desde hace unos años todos usamos o al menos deberíamos hacerlo un fotoprotector solar, sustancia que en su composición incluye filtros solares.

Estos filtros nos deben proteger:

  • De las radiaciones U.V.B.: causantes del eritema e incluso de ampollas con escamación superficial y de “la verdadera pigmentación“ con formación de melanina.
  • De las radiaciones U.V.A.: causantes de la denominada “pigmentación directa”. No produce eritema pero al penetrar de forma mas profunda en la dermis puede producir a medio o a largo plazo fenómenos como elastosis, envejecimiento, manchas y cáncer cutáneo.
  • De las radiaciones I.R.: responsables del efecto calor del sol, y que aumentan la capacidad de las radiaciones U.V.


Para comprar un filtro hay que tener en cuenta:

1) El tipo de piel, ya que el filtro debe ser cosméticamente aceptable. Hay diferentes formas de presentación: aceite, loción, leche o crema.

2) El fototipo, dependiendo de las diferentes formas de reaccionar la piel frente al sol, existe una clasificación del Dr Fitzpatric según la cual el fototipo mediterráneo, pertenece al tipo III es decir son pieles que se queman moderadamente y se broncean. Esto nos exige una protección máximo-extra entre 6 y 15 (método colipa).

El método colipa está considerado como el estándar europeo para la determinación de los filtros solares frente a las radiaciones U.V.B. Por él deberán regirse los etiquetados de los fotoprotectores, pero no todos los laboratorios lo hacen.

Es muy importante que en ese mismo etiquetado conste la protección frente a los U.V.A. y los infrarrojos para los que no hay ningún método internacional que unifique criterios.


Existen dos clasificaciones para hablar de la resistencia al agua:

  • Water-resistant: cuando el fotoprotector no pierde su capacidad protectora después de 40 minutos de estancia en el agua de forma continuada.
  • Waterproof: cuando supera los 80 minutos.


En cuanto a la forma de uso y una vez seleccionado el tipo de fotoprotector:

  • Cosmético compatible con la piel.
  • Con un filtro adecuado al fototipo.
  • Resistente al agua.


Se debe:

  • Colocar treinta minutos antes de la exposición solar.
  • Con la piel limpia y seca.
  • Aplicarlo frente al espejo para asegurarnos el reparto uniforme y generoso, sin dejar ninguna zona de las que van a ser expuestas desprotegida.
  • En la playa o piscina: repetir la acción cada 2 horas de exposición continuada, especialmente si nos hemos estado bañando o hemos sudado.
  • En la nieve: debemos aumentar el filtro solar hasta una protección “ultra” mas de 15 ya que cada 1000 metros de altura las radiaciones aumentan un 20% y además la nieve refleja hasta un 80% de las radiaciones que recibe. Esta radiación se une así a la radiación directa del sol, potenciándola.
  • Vida urbana: debemos utilizar hidratantes que lleven asociado en su formula un filtro solar esto nos facilita el uso para retrasar el fotoenvejecimiento. Colocar primero una crema hidratante y encima la protección.
  • Ante una lesión (una cicatriz reciente, una quemadura ,una mancha, etc.): para evitar su pigmentación, debemos ponernos protección “ultra” mas de 15 directamente sobre la piel limpia de la zona afectada.

Los niveles de filtro solar aconsejados en esta página están regidos por el método colipa.

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E
Bonsoir merci pour ce partage bonne soirée Evy
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